lunes, 12 de septiembre de 2016

2.6-8. Jesús en los escritos posteriores del NT



Al hablar de «escritos posteriores», no atendemos tanto a la lecha de composición cuanto a la dependencia y evolución ideológica. Las epístolas pastorales y las de Pedro se mueven dentro de la esfera de la teología paulina; con ella tiene algunas afinidades la epístola a los Hebreos, que avanza por camino independiente sobre ideas latentes en la tradición.


A. Las epístolas pastorales.

   Comenzamos por ellas, porque, aunque hoy día se discuta su autenticidad, solían incluir en el corpus paulinum y porque se aproximan a la concepción paulina del misterio, si bien se apartan de ella en sus formu­laciones, de sabor arcaico unas, de tinte helenístico otras.
   La cristología, que en estas epístolas se entrevera con los avisos pastorales, podría llevar la rúbrica de: «cristología de epifanía». Este sustantivo se emplea cinco veces, y dos el verbo del 

2.5. Jesús en los escritos joánicos



1. Un “Evangelio de Revelación”.

* Todos los especialistas coinciden en que esto es lo central (distinto de los sinópticos, donde lo
central es “el Reino”). En Juan todo se refiere a quién es Jesús (quien a su vez revela al Padre).
* Juan se basa en textos sapienciales sobre la Sabiduría de Dios (Prov 8, 22-31; Sab 7, 22-8,1; Eclo 24, 1-9) y en el libro del Génesis, donde aparece la Palabra de Dios en la gesta creadora (Gn 1,1-2,4a). De hecho, el cuarto evangelio comienza con la misma frase que el Génesis (“En el 

2.4. Jesús en los escritos de Pablo



Títulos de Cristo según San Pablo

1. JESÚS.

Es el nombre propio del Señor. Poco usado por Pablo, al menos sin un título (soteriológico) que lo acompañe. La razón de esto es que, con toda probabilidad, Pablo no conoció a Jesús antes de su Pascua; recién lo contempló a las puertas de Damasco como el “Señor”glorioso (Hch 9,1-9).


2. HIJO DE DIOS.

2.1. Pablo, con este título, no dice lo mismo que Juan (de quien tomamos nosotros hoy el título, con la concepción trinitaria que implica).
En Pablo, en cambio, el título tiene el trasfondo del  AT e indica la relación cercana de alguien con Dios (Israel, rey, ángeles, justos, etc. Cf. CCE 441).
- Rm 1,3-4: habla de la descendencia davídica (que no es tema frecuente en Pablo), la condición de “Hijo de Dios” la recibe por su Resurrección (cf. Salmo 2,7). Dicho en otras palabras,